Introducción
Iniciar un tratamiento con balón gástrico es un paso emocionante hacia una mejor salud y pérdida de peso. A diferencia de la cirugía, el balón gástrico es un método no invasivo y temporal. Por eso es una opción muy popular. Sin embargo, la preparación es esencial para el éxito. Saber qué esperar y cómo prepararte mejora tu experiencia. Además, empezar a adquirir hábitos saludables antes de la colocación favorece resultados duraderos. En esta guía, te explicamos cómo prepararte física y mentalmente desde el primer día.
Entiende en qué consiste el balón gástrico
Antes de comenzar, es importante saber qué es exactamente un balón gástrico. Se trata de un dispositivo blando e inflable que se coloca en el estómago. Su función es ayudarte a sentirte saciado antes. El balón limita la cantidad de comida que puedes ingerir. También fomenta el control de las porciones. Además, permanece en el estómago unos seis meses antes de ser retirado. El procedimiento se realiza mediante endoscopia. No requiere cirugía. Entender el proceso te ayudará a sentirte más preparado y seguro.
Reúnete con tu especialista con antelación
Tu tratamiento empieza con una consulta con un especialista en obesidad. Este evaluará tu historial médico y tus objetivos de pérdida de peso. Además, puede solicitar pruebas para confirmar que eres apto para el tratamiento. Sé sincero sobre los medicamentos que tomas, alergias o cirugías previas. El médico te explicará cómo funciona el balón gástrico y qué cambios de estilo de vida serán necesarios. También te detallará cómo es la colocación y los posibles efectos secundarios. Una comunicación temprana permite adaptar el tratamiento a tus necesidades.
Empieza una dieta previa al procedimiento
La mayoría de clínicas recomienda una dieta breve antes de colocar el balón. Suele basarse en alimentos blandos o líquidos para preparar el estómago. Además, reducir alimentos grasos y azucarados facilita la transición. La hidratación también es fundamental. Bebe agua con regularidad para favorecer la digestión y tu salud general. El médico te dará pautas específicas adaptadas a tu cuerpo. Seguir este plan facilita la intervención y reduce molestias posteriores.
Prepárate emocional y mentalmente
Los procesos de pérdida de peso no son solo físicos. También implican un cambio emocional. Reflexionar sobre los motivos que te llevan a este cambio es muy útil. Además, anticiparte a los altibajos refuerza tu capacidad de afrontamiento. Puedes sentir emoción, ansiedad o frustración en el camino. Considera unirte a un grupo de apoyo o hablar con un psicólogo. La preparación emocional contribuye al éxito a largo plazo. Asimismo, contar con el apoyo de familiares o amigos te motivará. El aspecto mental es tan importante como el físico.

Prepara tu hogar para la recuperación tras el balón gástrico
Aunque la colocación del balón no es quirúrgica, implica un breve periodo de adaptación. Durante los primeros días, pueden aparecer náuseas o hinchazón. Por eso conviene tener a mano alimentos suaves, líquidos claros y los medicamentos prescritos. También es recomendable tomarse unos días libres o reducir el ritmo laboral. El descanso y la hidratación son clave en esta fase inicial. Tenerlo todo listo de antemano asegura mayor comodidad y reduce el estrés.
Planifica los cambios en tu dieta tras el tratamiento
Después de colocar el balón, tu alimentación cambiará de forma considerable. La primera semana seguirás una dieta líquida. Luego pasarás progresivamente a alimentos blandos. Finalmente, te adaptarás a comidas sólidas saludables en pequeñas porciones. Además, deberás masticar despacio y comer con atención. Evita las bebidas con gas, los alimentos grasos y el azúcar. Planificar tus menús con antelación facilita esta transición. Contar con un dietista te dará estructura y te ayudará a mantener el rumbo durante todo el proceso.
Mantente activo con ejercicio suave
El ejercicio físico favorece la pérdida de peso y mejora el estado de ánimo. Antes del tratamiento, empieza a crear una rutina ligera. Caminar, hacer estiramientos o yoga suave son formas excelentes de moverte. Además, la actividad física mejora la circulación y la digestión. Tras la colocación del balón, retoma el ejercicio gradualmente, según te indique el médico. La constancia es más importante que la intensidad. Formar hábitos de movimiento saludable desde ahora te preparará para el éxito a largo plazo. Mantenerte activo también te ayudará a seguir motivado.
Marca objetivos claros y realistas con el balón gástrico
Tener objetivos realistas es clave para mantener la motivación y el enfoque. La mayoría de los pacientes pierde entre un 10 % y un 15 % de su peso corporal mientras tiene el balón. No obstante, los resultados dependen del esfuerzo personal y del estilo de vida. Fíjate metas a corto plazo en dieta, ejercicio y actitud. Celebra los pequeños logros, como dormir mejor o tener más energía. Llevar un diario puede ayudarte a seguir tu evolución. Establecer objetivos claros te mantendrá firme, especialmente ante los retos.
Infórmate sobre el proceso de retirada del balón
El balón gástrico es temporal y se retira normalmente a los seis meses. Es importante conocer también esta parte del tratamiento. La retirada se realiza igual que la colocación: sin cirugía y mediante endoscopia. Además, deberás seguir pautas dietéticas específicas antes de extraerlo. Habla de ello con tu médico desde las primeras visitas. Planificar esta etapa con antelación garantiza una transición suave cuando llegue el momento.
Prepárate para la vida tras el balón gástrico
El éxito a largo plazo depende de mantener los hábitos adquiridos. Tras retirar el balón, es fundamental seguir con tu nueva rutina de alimentación y ejercicio. Algunos pacientes recuperan peso si vuelven a sus antiguos hábitos. Por eso, debes ver el balón como una herramienta para aprender nuevas conductas, no como una solución definitiva. Sigue contando con tu equipo médico para recibir apoyo. Algunas clínicas ofrecen seguimiento o asesoramiento tras la retirada. Ser proactivo tras el tratamiento protege tus resultados y cuida tu salud a largo plazo.
Conclusión
En resumen, prepararse para un tratamiento con balón gástrico implica más que la propia colocación. Requiere preparación física, emocional y mental. Desde entender el procedimiento hasta crear nuevos hábitos, cada paso influye en tu éxito. Además, establecer objetivos claros, planificar tu alimentación y mantenerte activo mejoran tus resultados. Colaborar con tu equipo médico garantiza un enfoque personalizado que se adapte a tu estilo de vida. Con la preparación adecuada, tu tratamiento con balón gástrico puede ser un gran paso hacia una vida más sana y con mayor confianza.
Para más información sobre balones gástricos o para reservar una consulta, visita la página de Cirugía de la Obesidad de ACIBADEM Beauty Center.
Preguntas frecuentes
No es una cirugía. Es un procedimiento mínimamente invasivo que suele causar solo molestias leves.
La mayoría de pacientes pierde entre un 10 % y un 15 % de su peso corporal. Depende de la dieta y el estilo de vida.
Deberás seguir una dieta estructurada. Comerás porciones más pequeñas y evitarás alimentos grasos.
No. Permanece en el estómago unos seis meses. Después, se retira.
Es muy poco frecuente. Tu médico hará un seguimiento. Los balones actuales tienen mecanismos de seguridad para evitar complicaciones.