El lifting brasileño de glúteos, conocido como BBL, es uno de los procedimientos estéticos más populares de los últimos años. Remodela los glúteos utilizando grasa del propio cuerpo, extraída de zonas como el abdomen o los muslos. Los resultados inmediatos suelen ser espectaculares, con curvas más llenas y proporciones equilibradas. Sin embargo, muchas personas se preguntan cómo evoluciona con el paso del tiempo. ¿Cómo se ve un BBL después de 10 años? Comprender los resultados a largo plazo ayuda a tener expectativas realistas y a entender cómo el cuerpo se adapta.
Qué es un BBL
El BBL consiste en transferir grasa de una zona del cuerpo a los glúteos. El cirujano extrae la grasa mediante liposucción, la purifica y la inyecta con precisión para dar forma y volumen. Al utilizar tejido del propio cuerpo, el resultado suele verse y sentirse más natural que con implantes. Aunque el cambio inicial es notable, el verdadero valor del BBL radica en cómo se integra con el tiempo en la figura corporal.
Durante el Primer Año
En el primer año, el cuerpo atraviesa un proceso de adaptación. Parte de la grasa transferida no sobrevive, algo que los cirujanos prevén inyectando una cantidad ligeramente superior. Al finalizar el año, la forma se estabiliza y las nuevas curvas se sienten como parte del cuerpo. La ropa se ajusta mejor y la confianza aumenta, sentando las bases de unos resultados duraderos.
Cómo se Ve un BBL Después de 5 Años
Pasados cinco años, los resultados suelen mantenerse estables. La grasa que sobrevivió al injerto es permanente, pero el aspecto puede variar según el peso y el estilo de vida. Si una persona gana peso, los glúteos pueden aumentar de tamaño; si lo pierde, pueden reducirse. En la mayoría de los casos, los glúteos conservan su forma redondeada y levantada. En esta etapa, el resultado se percibe como parte natural del cuerpo, no como una intervención reciente.
Cómo se Ve un BBL Después de 10 Años
A los 10 años, los glúteos suelen mantenerse más llenos y definidos que antes de la cirugía. La grasa injertada se comporta como tejido natural, aunque el envejecimiento puede provocar una ligera pérdida de firmeza. Las curvas se mantienen, pero pueden verse algo más suaves. Quienes mantienen un peso estable y un estilo de vida activo disfrutan de resultados que siguen siendo atractivos y naturales una década después. El BBL evoluciona con el cuerpo, integrándose en su proceso natural de envejecimiento.

Factores que Influyen en los Resultados a Largo Plazo
Varios factores determinan cómo se verá un BBL con el paso de los años. Mantener un peso estable es clave, ya que las variaciones afectan al volumen. La genética, la elasticidad de la piel y el tono muscular también influyen. Además, la habilidad del cirujano y la correcta colocación de la grasa determinan la durabilidad y naturalidad del resultado. Un BBL bien planificado y ejecutado se mantiene armónico con el cuerpo durante muchos años.
Impacto Psicológico de los Resultados a Largo Plazo
El impacto emocional del BBL suele ser tan importante como el físico. Muchas personas reportan un aumento de autoestima y seguridad incluso 10 años después. Sentirse bien con la propia figura influye positivamente en la vida social, el estilo personal y la percepción corporal. En muchos casos, el BBL no solo cambia la forma del cuerpo, sino también la relación con él.
Conclusión
El BBL ofrece una transformación visible y duradera que sigue siendo atractiva incluso después de 10 años. Aunque el envejecimiento y el estilo de vida influyen en la apariencia, las curvas conservan su forma y naturalidad. Con el cuidado adecuado, los resultados se integran con el cuerpo, creando una figura equilibrada y auténtica.
Para más información o para solicitar una consulta, visita la página web de Lifting de Glúteos Brasileño (BBL) de ACIBADEM Beauty Center.
Preguntas frecuentes
Los resultados pueden durar más de 10 años si se mantiene un peso estable.
Sí. La grasa transferida se integra con el cuerpo y envejece de forma natural.
Sí. Ganar o perder peso puede modificar el volumen de los glúteos.
La grasa que sobrevive tras el injerto es permanente, aunque el cuerpo sigue envejeciendo.
En Turquía, entre 3.500 € y 6.000 €, frente a 8.500 € en España.
 
                     
                             
                             
                             
                             
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                         
                        