La miopía, también llamada vista cansada o visión corta, es uno de los problemas visuales más frecuentes en todo el mundo. Afortunadamente, los procedimientos láser avanzados ofrecen hoy una corrección duradera y una visión más nítida. Entre ellos, el LASIK es la opción más conocida. Sin embargo, otros tratamientos para ojos miopes han ganado popularidad y aportan beneficios específicos. Comprender cómo funciona cada método ayuda a los pacientes a elegir la mejor solución para lograr una visión clara y estable a largo plazo.
Entender los ojos miopes
Un ojo miope enfoca la luz delante de la retina. No la enfoca directamente sobre ella. Esto hace que los objetos cercanos se vean con claridad. Sin embargo, los objetos lejanos aparecen borrosos. La genética, el uso prolongado de pantallas y algunos hábitos de estilo de vida pueden contribuir al desarrollo de la miopía. Aunque las gafas y las lentillas ayudan, muchos pacientes buscan una solución más permanente.
La corrección visual con láser remodela la córnea. Permite que la luz se enfoque correctamente sobre la retina. Existen varias técnicas. Cada una se adapta a condiciones o necesidades distintas. El LASIK sigue siendo uno de los tratamientos más valorados. Sin embargo, opciones más recientes como SMILE y PRK también ofrecen resultados eficaces para la corrección de la miopía.
Cómo corrige la miopía el LASIK
El LASIK corresponde a las siglas de Laser-Assisted In Situ Keratomileusis. Consiste en crear un fino flap en la córnea con un láser de femtosegundo. Después, un segundo láser remodela el tejido corneal que hay debajo. Este proceso ajusta la curvatura de la córnea. También mejora la forma en que la luz se enfoca sobre la retina.
El procedimiento es rápido. Suele durar unos quince minutos para ambos ojos. Como el flap se recoloca después, la recuperación es cómoda y rápida. Muchos pacientes notan una mejora visual en menos de veinticuatro horas. El LASIK se ha ganado su reputación gracias a su precisión, a su eficiencia y a sus resultados predecibles.
PRK: una alternativa fiable para corregir la miopía
La queratectomía fotorrefractiva, o PRK, fue uno de los primeros procedimientos láser para corregir la miopía. En lugar de crear un flap, el cirujano retira la capa más superficial de la córnea. Después remodela el tejido que hay debajo. El epitelio se regenera de forma natural durante la curación.
El PRK es ideal para pacientes con córneas finas o para quienes no son buenos candidatos para LASIK. Aunque la recuperación es más larga, los resultados finales pueden ser igual de eficaces. Muchos deportistas y profesionales militares prefieren PRK. Evita cualquier riesgo relacionado con el flap. A pesar de su proceso de curación más lento, sigue siendo una opción fiable para una visión estable y duradera.

SMILE: una opción mínimamente invasiva para ojos miopes
SMILE es la abreviatura de Small Incision Lenticule Extraction. Representa uno de los avances más modernos en cirugía ocular láser. Corrige la miopía utilizando un único láser de femtosegundo. No crea un flap grande. En su lugar, el láser forma una pequeña lentícula en el interior de la córnea. Después se extrae a través de una incisión diminuta.
Como SMILE preserva mayor estabilidad corneal, ofrece recuperación más rápida. También reduce la sequedad ocular. Es especialmente adecuado para pacientes con miopía elevada o con tendencia a los ojos secos. Además, su pequeña incisión minimiza la alteración de los nervios corneales. Proporciona mayor fortaleza corneal a largo plazo.
Comparación entre LASIK, PRK y SMILE para tratar la miopía
Cada procedimiento láser tiene ventajas específicas. La idoneidad depende de las características individuales del ojo. El LASIK destaca por su rápida recuperación y por sus resultados inmediatos. El PRK es adecuado para quienes tienen córneas más finas. El SMILE ofrece una alternativa menos invasiva. También reduce la sequedad ocular.
Al elegir un tratamiento, deben valorarse factores como el grosor corneal. También el estilo de vida y los objetivos visuales. El LASIK continúa siendo el más popular. Aunque SMILE gana relevancia debido a su comodidad y a su estabilidad. El PRK, por su parte, brinda resultados fiables para quienes buscan tecnología probada.
Tiempos de recuperación y diferencias en el cuidado posterior
El tiempo de recuperación varía según el procedimiento. Los pacientes de LASIK suelen volver a sus actividades en dos días. El PRK requiere un periodo de curación más largo. Suele durar una semana o más. El SMILE ofrece un término medio. Combina recuperación rápida y mínima molestia.
El cuidado postoperatorio incluye el uso de colirios, evitar maquillaje y proteger los ojos al aire libre. Las revisiones confirman la estabilidad corneal y la mejora visual. Durante la recuperación, es esencial descansar la vista y evitar frotarse los ojos. Con una buena atención posterior, los resultados se mantienen estables y duraderos.
Conclusión
La corrección visual con láser ha transformado el tratamiento de la miopía. El LASIK sigue siendo la referencia en eficiencia y precisión. Sin embargo, PRK y SMILE ofrecen alternativas muy valiosas. Cada técnica aporta mejoras seguras y duraderas con mínima incomodidad. Si deseas reducir tu dependencia de las gafas, explorar estas opciones puede cambiar tu vida.
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Preguntas frecuentes
El LASIK es la más común. Aunque SMILE y PRK también ofrecen resultados excelentes según la estructura ocular.
La recuperación es ligeramente más rápida con LASIK. Sin embargo, SMILE ofrece menos sequedad y comodidad comparable.
Sí. Aunque la idoneidad depende del grosor corneal y de la graduación. Un especialista evaluará cada caso.
Los resultados son duraderos. La mayoría disfruta visión estable durante muchos años.
No. Es prácticamente indolora. Las gotas anestésicas ofrecen comodidad. La leve irritación desaparece en pocas horas.